jueves, 30 de octubre de 2008

ALGUNAS LOCURAS EN MOMENTOS DE NOSTALGIA

QUIERO AMARTE


Quiero amarte para toda la vida
Con la pasión de la primera noche
Y la impaciencia de tu llegada

Quiero amarte siempre con la ilusión
Del primer beso
Y la caricia de tus señas

Quiero amarte en la noche
Bajo la luz de las estrellas
Y la protección del brillo de tus ojos

Quiero tu sonrisa, tu voz que me estremece
Tu olor, te quiero a ti,
Hombre de mis sueños

13-7-2008





OLVIDAR O PERDONAR

A menudo, cuando alguien se disculpa, la otra persona acepta las disculpas diciendo, «olvídalo».

Pero ¿tienen el mismo resultado olvidar y perdonar?

Ésta es una pregunta importante ya que el perdón se encuentra en el centro de una vida sana y feliz. El perdón protege las relaciones y también protege a la persona que perdona.

Recordemos la historia que el psiquiatra y escritor Robert Coles nos cuenta acerca de Ruby, la niña de color que fue integrada en una escuela elemental del sur de Estados Unidos. Cada día, los alguaciles federales tenían que escoltar a Ruby entre una multitud que la escupía y la insultaba. La niña, que tenía cinco años, no parecía sufrir daños emocionales con aquella ordalía, un hecho que asombraba a Coles hasta que descubrió que Ruby rezaba cada día pidiendo a Dios que perdonara a sus agresores.

Pero ¿que es perdonar? ¿Es lo mismo que olvidar?

Olvidar se hace por interés o comodidad. Queremos estar libres de recuerdos molestos, por lo que intentamos olvidar hechos problemáticos. Olvidar es un método erróneo de conseguir paz de espíritu. Cuando se hace bien, es como la amnesia. Cuando olvidamos el pasado, podemos interaccionar, en el presente con las personas o las cosas del pasado que han creado un problema.

Lo que ocurre es que, lo que olvidamos, no necesariamente desaparece. Si entierras algo en el patio trasero, lo único que consigues es que no se vea. Las cosas que olvidamos quedan enterradas bajo el consciente, pero viven bajo la superficie y se manifiestan en nuestros sentimientos y actividades. Aparecen en los sueños y en los dibujos que hacemos y siguen formando parte de nuestras vidas, tanto si somos conscientes de ello como si no lo somos. Es muchos mejor acordarse de acontecimientos problemáticos, sentir los efectos de la memoria y resolver la cuestión de una forma que lleve a la curación auténtica. Esto sólo ocurre cuando perdonamos.

El perdón conlleva dar amor. Es una manera de decir: «Voy a prescindir de tus malas acciones, no voy a amargarme y voy a seguir queriéndote de todos modos». Cuando perdonamos, alcanzamos la paz de los dioses y nos volvemos dioses. Dios no tiene pecados imperdonables, eso sólo nos ocurre a las personas. Recuerda el himno que dice «Él siempre proclama que perdona», no dice:«Él siempre proclama que olvida». El perdón nos permite seguir amando y empezar la curación. Es cuando perdonamos que recibimos.

En su escritorio, Dios tiene tres placas. La primera placa dice: «Todo lo que tú olvidas yo lo recuerdo, y todo lo que tú recuerdas, yo lo olvido». ¿Por qué? Porque Dios sabe que olvidar significa que las heridas no se curarán. Se infectarán bajo la superficie y nos harán enfermar mental, física y espiritualmente. Ruby no habría podido protegerse olvidándose de la multitud que la amenazaba; lo único que podía protegerla era el perdón. Cada vez que perdonamos, empezamos una vida nueva, libre del pasado y abierta al amor. Recuerda que el perdón no sólo tiene que darse en la relación con los demás sino también en la relación con uno mismo.

Estás aquí para servir, no para que te sirvan. Todos los santos profetas están de acuerdo en esto, estamos aquí para dar, no para obtener. Por esto, intenta perdonar hoy a alguien. Dedica un rato a recordar algo que hayas intentado olvidar, algo malo que te hayan hecho. Recuerda, piensa, siente, comprende y luego perdona. Esto requiere práctica pero de momento basta con dejar de olvidar y empezar a perdonar.

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Sé feliz
Una historia para pensar...Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después....Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar.Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa.Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos.La verdad es que . NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORAMISMO.Si no es ahora, ¿cuándo? La vida siempre estará llena de luegos, de retos.Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas.No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es AHORA ....ATESORA CADA MOMENTO QUE VIVES, y atesóralo más orque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda ue EL TIEMPO NO ESPERA POR NADIE.Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana; hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente ÉSTE PARA SER FELIZ....LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO.TRABAJA COMO SI NO NECESITARAS DINERO,AMA COMO SI NUNCA TE HUBIERAN HERIDO,Y BAILA COMO SI NADIE TE ESTUVIERA VIENDO

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